En el sector inmobiliario, uno de los valores más importantes es la credibilidad, que es un valor que se obtiene trabajando éticamente.

Por eso en La Muralla tenemos un 4,9 de 5 estrellas en Google.

Muchos agentes fuerzan la venta de una propiedad, y en muchas ocasiones ocultan detalles que finalmente afectarán al cliente.

Trabajar de forma ética consiste en pensar en el bien común y abandonar el mero individualismo.

El agente debe buscar la satisfacción mutua de las partes.

El mundo inmobiliario lidia con bienes intangibles, como la ética, el buen sentido, la creatividad, el profesionalismo, el conocimiento del producto y servicios. De esta forma, un agente inmobiliario inteligente, profesional y ético actúa con justicia y decencia, sabiendo que el amago de su profesión no es lidiar con inmuebles sino construir relaciones profesionales para convertir sus objetivos en realidad.